Oh, glorioso apóstol de la juventud!
Tú, durante tu vida mortal, supiste amar a millares de niños con el santo amor de un padre y la ternura de un madre. Toma bajo tu valiosa protección a mis hijos (menciona sus nombres).
Díles también a sus oidos aquellos sabios consejos, aquellas admirables palabras que transformaban los corazones; incúlcales también a ellos que busquen ante todo la salvación de sus almas, mediante el ejercicio de la virtudes cristianas.
Oh Don Bosco!
A ti acudo con el corazón lleno de mil inquietudes; tú sabes cuan difícil es hoy educar cristianamente a los hijos y cuan tremenda la responsabilidad de los padres. Ven en mi auxilio, ayúdame a salvar a mis hijos (menciona sus nombres) de todo mal aqui en la tierra, para verlos, mediante tu protección, felices en el cielo por toda la eternidad.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
San Juan Bosco ruega por nosotros!
Diario. Miércoles, 4 de diciembre de 2024
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