Nació en Madrid San Isidro, y ya desde niño fué muy dado a la piedad y a las buenas costumbres; y en su pobreza y amor al trabajo bien parecido al Niño Jesús, que pobre también trabajaba en el taller de Nazareth.
Solía madrugar mucho, para oír la santa Misa cada día antes de comenzar su labor. Llegado a la mocedad, hubo de colocarse en casa de un rico hacendado que lo empleó en la labranza de sus campos. Como después de Misa se quedaba en la Iglesia más tiempo del suficiente para que pudiese llegar a tiempo a sus labores, o durante el trabajo se retiraba ortras veces para rezar devotamente ante una cruz que estaba junto al camino, quiso el patrón sorprenderlo; mas al esconderse éste detrás de un árbol para acecharlo mejor, vió estupefacto que un ángel araba con los bueyes el campo que Isidro había de labrar!
Un día de mucho calor, faltando el agua para beber su patrón y sus compañeros de labores, hincó su cayado en una roca, y haciendo oración, surgió una fuente de tan fresca y abundante agua, que aun hoy día se bebe en Madrid junto a la ermita del Santo.
Se casó con Santa María de la cabeza llamada también María Toribia, María e Isidro tan sólo tuvieron un hijo. Uno de los milagros más conocidos del santo es aquel según el cual el niño cayó a un pozo muy profundo. Santa María rogó a su marido que lo salvase y al instante el agua del pozo subió milagrosamente hasta el brocal, llevando al niño sobre sus aguas intacto. El pozo se encuentra en la que fue casa de Iván de Vargas, amo de Isidro, actual Museo de los Orígenes, llamado hasta 2007 Museo de San Isidro, un edificio reconstruído modernamente.
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