lunes, 2 de noviembre de 2009

El Milagro que yo cuento de La Virgen del Valle



Ella está en la Iglesia del Valle del Espíritu Santo en la isla de Margarita.
Hoy Virgencita linda, te pido, una vez más, que me tengas paciencia.
Te quiero con mi alma, esa que me limpias a cada momento.

Hay una historia que me encanta contar, cada vez que la cuento se me quiebra la voz y se me salen las lágrimas.
Como podría yo, o alguien, contener ese sentimiento dentro de si?
El poder de Dios es tan inmenso y la Virgen es tan milagrosa, los milagros nos suceden a diario, pero le pido a Dios y a la Virgen que nunca deje de maravillarme ante ellos y gritar Aleluya!

Yo tengo una amiga a la que quiero mucho, se llama Yolanda, ella cortaba mi cabello para ese entonces, un día en su peluquería veo a una adolescente muy bella, yo le pregunté quien era porque su belleza me había impactado, Yolanda me responde que es una primita e inmediatamente me pregunta si me fijé en su pie, (le estaban haciendo el pedicure) es entonces que yo noto que le falta el dedito meñique y aquí la historia:

Cuando esa muchacha era una niñita de 4 o 5 años se salió de su casa que quedaba subiendo hacia Las Minas de Baruta y fue a cruzar la calle, una gandola la atropelló y le pasó por encima a su piernita, en ese momento perdió su dedito meñique. La llevaron de emergencia a la clínica, su piernita estaba muy mal, estaba tomando una coloración que hacía pensar en lo peor a los médicos. En la noche, el médico le informa al padre de la criatura que piensan amputar la piernita, el padre le pide que por favor le concedan la noche, a lo que el doctor accede sabiendo que es solo posponer lo que es inminente. El padre de la niña le reza a La Virgen del Valle con mucha fe y devoción, le promete llevarle una piernita de oro a la iglesia de Margarita.
La Virgen bella le obró el milagro y la niña mejoró "inexplicablemente" durante la noche, los médicos estaban atónitos y sin explicación científica del hecho, a los pocos días la niña volvió a casa.
El padre le encargó a un orfebre realizar la pierna de oro y cuando estuvo lista se fue a la isla a cumplir su promesa, cuando le iba a entregar la piernita al Padre, ésta se le escapó de las manos y cayó al suelo, al recogerla se dio cuenta que se le había desprendido el meñique!!! Todo preocupado le explicó al Padre, ofreciéndose a reparar la piernita para traérsela de nuevo, el Padre le dijo que estaba bien así, que la ofrenda era la réplica de la piernita de su hija, que guardara el pequeñísimo meñique de oro con él.

Aleluya Aleluya!!!

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