¡Oh glorioso San Juan Bosco!
Cuando estabais en la tierra no hubo quien acudiera a Vos sin ser benignamente consolado y socorrido. Vos también habéis tenido que soportar enfermedades, privaciones y toda suerte de contrariedades.
Ahora que estáis en el Cielo donde la caridad se perfecciona y vuestro corazón se compadecerá más de los que sufren, apiadaos de mí y obtenedme la gracia que humildemente imploro.
(Pidase el favor que se desea alcanzar: pausa).
Si cuanto pido no fuese conveniente para mi alma, obtenedme lo que sea para mi mayor provecho espiritual y al mismo tiempo una conformidad filial a la Divina Voluntad, la perseverancia en el bien y una santa muerte.
- Padre Nuestro.
- Ave María.
- Gloria.
Diario. Miércoles, 4 de diciembre de 2024
Hace 39 minutos
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